Despues de la jornada del día anterior, hoy estamos deseando volver a colgarnos de la pared. La verdad es que nos supo a poco, teniendo en cuenta lo emocionados que estábamos. Así que hoy los tres miembros del equipo; Daniel, Damon y yo, haremos otra gran vertical de la Isla; el Salt de Son Nebot.
Igual que el día anterior, salímos de casa de Damon y nos marchamos dirección Inca, una vez allí nos dirigimos hacia Lluc/Escorca por la carretera MA-2130, pasamos la gasolinera de Lluc y seguimos por la carretera MA-10 en dirección Escorca/Sóller, hasta llegar al desvío de Sa Calobra (MA-2141, km 0), donde hay un chiringuito de madera y un bonito acueducto que cruza la carretera, aquí aparcamos el coche. Es el mismo aparcamiento que utilizaremos si hacemos Gorg Blau Sa Fosca.
Nos cambiamos y comenzamos la aproximación. Tenemos 1h30' de subida bajo el sol cargados con los petates.
Vamos subiendo "chino chano" refugiándonos bajo los árboles durante los primeros 45'. Hay tramos suaves, pero casi todo el tiempo la subida es sin descanso.
A partir de la hora de subida, ya no hay árboles bajo los cuales podamos protegernos del sol. Además, la vegetación es más densa y el camino se pierde un poco entre el Cárritx.
A partir de la hora de subida, ya no hay árboles bajo los cuales podamos protegernos del sol. Además, la vegetación es más densa y el camino se pierde un poco entre el Cárritx.
En 1h 30' llegamos arriba. El paisaje es precioso.
Desde aquí se puede ver al fondo la estación militar y el pico más alto de Mallorca; el Puig Mayor, a 1445m de altitud en la población de Escorca.
Desde aquí se puede ver al fondo la estación militar y el pico más alto de Mallorca; el Puig Mayor, a 1445m de altitud en la población de Escorca.
Ahora ya solo queda bajar hasta el cauce.
Al fondo podemos ver nuestro objetivo.
Al fondo podemos ver nuestro objetivo.
Una vez en la cabecera de la vertical, comemos algo para reponer fuerzas y comenzamos a bajar.
El primero, es un curioso rápel de unos 12m el cual bajo yo primera, después Daniel y por último Damon.
El primero, es un curioso rápel de unos 12m el cual bajo yo primera, después Daniel y por último Damon.
Montamos el siguiente rápel desde una pequeña repisa colgada, y mientras, Damon recoge la cuerda de arriba, la cual se ha quedado enganchada.
Cuidado con este rápel por que como he dicho anteriormente , tiene una salida "curiosa" por una grieta y es muy probable que la cuerda se pueda enganchar en su recuperación.
Una vez recuperada, Damon baja primero el siguiente rápel de 33m, y detrás Daniel.
Cuidado con este rápel por que como he dicho anteriormente , tiene una salida "curiosa" por una grieta y es muy probable que la cuerda se pueda enganchar en su recuperación.
Una vez recuperada, Damon baja primero el siguiente rápel de 33m, y detrás Daniel.
La Siguiente en bajar soy yo. Este rápel tiene una pecurialidad, y es que en su final, cuando acabas el rápel te tienes que enganchar en un pasamanos colgado, y bajo tus pies tienes todavía 100m más de caida. Además al final del pasamanos que tiene 8m de largo, hay un bloque que te dificulta el paso asegurado al cable y hay que hacer un poco de filigranas para pasar.
Una vez en la reunión y ya que estoy en medio, bajo el siguiente rápel de 44m. Damon se queda en la reunión recogiendo el rápel anterior con Daniel.
Por cierto, en este viaje hemos estrenado los cascos de Kong de la gama Blue Line, que nos ha aportado nuestro sponsor Kong y he de decir que son comodísimos, pesan muy poco, se adaptan a la cabeza muy bien, y además tienen un color muy llamativo y muy Zuzen.
Continuamos el descenso con el último rápel de ésta vertical, 55m más.
Mientras Damon baja primero, Daniel y yo podemos contemplar las vistas tan espectaculares que tenemos desde la repisa.
Ahora es el turno de Daniel.
Pasados unos minutos me toca a mi. La verdad, es que el silencio y la tranquilidad que se siente cuando estas en un sitio así, no tiene precio. No cambio por nada estos momentos, tan increibles; sentir la brisa en la cara, escuchar solo el sonido de las golondrinas revoloteando delante mio, mirar a mi alrededor y ver, que junto a las cabras, no hay nadie más ahí. Saber que no mucha gente ha estado antes donde yo me encuentro y saber con certeza que muchos jamás lo estarán. Para algunos puede ser una locura o una forma de jugarse la vida, para mi....para nosotros... es la manera de sentirnos libres.
Una vez todos abajo, contemplamos con alegría la pared que acabamos de bajar.
Por suerte ahora el camino de retorno es todo de bajada, siguiendo el cauce del rio.
Esta vertical nos ha gustado mucho, lo cierto es que la Islas tiene rincones muy espectaculares. La lástima es, que los barrancos no matengan el agua todo el año, y que en algunos cueste muchisimos que corra algo de agua.
Pero bueno, Mallorca tiene otras muchas cosas que se pueden hacer para divertirse.... como por ejemplo lo que haremos al dia siguiente....
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