Este fin de semana aprovechando que
a subido la temperatura y ha dejado por fín de llover, hemos decidido
hacer una multiactividad que al mismo tiempo nos ha servido de
entrenamiento de fuerza y resisténcia.
Nuestro
objetivo para hoy, es hacer tres vias ferratas para aprovechar bien la
mañana; Socueva, el Risco y el Cáliz además por este orden, de más
dificil a más fácil.
Nos
levantamos temprado, preparamos la mochila con comida, cascos,
disipadores de ferrata y algunas cosas más y salimos con el coche
dirección a Arredondo, para hacer nuestra primera Vía Ferrata del día;
la de Socueva..
Para llegar hasta la Via Ferrata de Socueva, una vez en el pueblo de Arreondo encontramos un desvío a la derecha que indica Ermita de San Juan y Socueva a 2'5kmts más o menos por la carretera CA-656. Cuando lleguemos a Socueva seguimos
con el coche cruzando el pueblecito hasta llegar a un desvío a la
derecha señalizado con un pequeño cartel donde pone; ermita, lo seguimos y en seguida estamos en el aparcamiento. Esta es la mejor opción ya que dejamos el coche a pocos metros de la ferrata y desde aqui en 2' estamos en el inicio.
Es temprano aunque ya hace calor.... así que nos equipamos y nos dirigimos a la vía.
La vía comienza con una vertical bastante larga y a la mitad nos encontramos con una variante donde podemos elegir; parte dificil o parte fácil, decidímos tirar para la parte dificil.
Esta
primera vertical tiene un paso un poco.... técnico.... un desplome
bastante duro medio en curva, que nos hace tirar mucho de brazos. La
pared continua y un segundo desplome nos hace sudar también.
Ahora la via tiene un tramo horizontal.
Y continuamos por una zona de vegetación que nos lleva a la segunda parte de la via, siempre asegurados por el cable de vida.
Llegamos a la segunda pared vertical.
Sitio perfecto para meditar......
Aquí nos encontramos con que un quimico ha saltado....
Ya solo nos queda una ultima trepada suave aunque resbaladiza y llegamos al final.
Después de poco más de una hora y media, muchas fotos y risas, llegamos a lo más alto y al final de la Vía Ferrata.
Ahora
seguimos las marcas que nos indican el camino de retorno hasta el
coche, el cual se hace bastante largo y pesado, sobre todo con el calor
que está haciendo.
En unos treinta minutos llegamos al aparcamiento.
La
Vía Ferrata es bastante exigente y no apta para principiantes, sobre
todo la variante dificil, ya que te exige bastante fuerza de brazos
contínua, en general se utiliza bastante la pared y se obvian escalones
en bastantes puntos. Tampoco es recomendable hacerla en verano ya que
la vía es todo el tiempo cara Sur, por lo que nos podemos tostar en la
pared en pleno verano.
Para
acabar la actividad en la zona, se puede visitar la Ermita rupestre de
San Juan, que se sale caminando desde el mismo parquing de la Vía
Ferrata, y está a cinco minutos.
Dicha
Iglesia o Ermita era un templo católico, actualmente abandonado, de
origen altomedieval. Fue levantada en el interior de una cueva caliza,
aprovechando el saliente de una de sus bocas.
Está
advocada a San Juan Bautista y es propiedad de la Diócesis de
Santander. En 1985 recibió la declaración de Bien de Interés Cultural y,
dado su estado de abandono, figura en la Lista roja de patrimonio en
peligro, que la asociación Hispania Nostra empezó a elaborar en el año
2006.
Ya en el coche, nos dirigimos a nuestra segunda Vía Ferrata del día, que nos queda a 15'.
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